Principio y fin

Agustín Muñoz-Grandes · Madrid 

El principio, como casi todos los principios, fue rápido, intenso, romántico… y sorprendentemente efímero. Una fiesta en Barcelona, el flechazo, noche en vela de encuentro de almas, fin de semana romántico en París con cena gourmet en el clásico bistro y paseo enamorado por la orilla del Sena. Después, una semana y media de ensueño de vuelta en Madrid iniciando una nueva vida color de rosa. Luego… frenazo en seco, sorpresa, fin de trayecto, crisis, fin. Ni lo vi venir; simplemente ocurrió. Y no admitió apelación alguna, ni me dio otra oportunidad. “Lo que te ha hecho es una putada”, dijo Pablo, “De juzgado de guardia” lo tachó Javier, y mi amiga Carmen simplemente dijo que parecíamos niños , que ella nos veía muy bien y que no entendía nada de nada. El final, como casi todos los finales, no fue rápido, sí intenso, nada romántico.

 

0 Votos

 

Queremos saber tu opinión