Paquillo «el corto»

Roberto López Vargas · Leganés, Madrid 

Hay hombres que tropiezan dos veces con la misma piedra y otros, como Paquillo, que lo hacen con sus propios pantalones. Un botón mal cosido, unos vaqueros rebeldes que se van a los tobillos en plena fuga, un trompazo morrocotudo contra el asfalto y al trullo con dos medallas, una por tonto y otra por si la pierdes. De nuevo libre, y con una sobredosis de Harry “el sucio” que ríase usted del mismo Clint Eastwood, Paquillo, provisto de un enorme Magnum que ha camuflado en el único libro que ha encontrado a tal efecto, una Constitución, se planta en la casa del magistrado tan listo para hacer JUSTICIA como falto de prevención. Camina con paso firme entre la nieve hasta que, extrañamente, pierde el equilibrio y se golpea contra un enorme bote de pintura tras quedarse otra vez con el culo al aire. Paquillo «el corto» le llamaban.

 

0 Votos

 

Queremos saber tu opinión