El templo templado

Olga Guerrero Larrazábal · Málaga 

Hola. Soy un abogado sentado. No de pie ni acostado, sino sentado. Me encuentro en el punto medio de todos vosotros. No soy frío ni caliente. Templado en un juzgado, contemplo la crisis que vence nuestro Estado. Al final, muchos se decantarán por pedir una apelación, pero la Señorita Crisis perdonará a los de siempre y sin perdón. Yo al menos he conseguido una prolongación de esto que llaman vida. He ganado el famoso caso del Gourmet y los niños de carne fresca. Por ahora, seguiré muriendo sentado. No de pie ni acostado, sino sentado.

 

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