DGT

Carlos Martin Borromeo · Torrevieja (Alicante) 

El atestado rezaba que la causa del siniestro fue su conducta imprudente. Yo solo sé que él,lo único que recuerda es la nieve ensangrentada fundiéndose con la grava de la carretera. Como si de una instantánea de polaroid se tratase. Como uno de esos cuadros hiperrealistas de Antonio López, que parecen negativos fotográficos retocados con pintura. Y es que a veces la vida, que no atiende a razones, se disfraza de paradoja para recordarnos que aquí abajo nadie está a salvo; ni los juzgados ni los que juzgan. Tanta prevención, tanta campaña publicitaria, tanta regulación legal y tanto juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, para que uno de los adalides de la justicia, un magistrado de cincuenta años de edad, dicte su último fallo a bordo del automóvil que, en mitad del puente de la Constitución, le conducía sin él saberlo hacia su último viaje.

 

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