Como niños

Adela Ramos Contioso · Sevilla 

El día de la Constitución el Magistrado se levantó tarde. Por fin un día de fiesta como Dios manda. Nada de juicios, autos, sentencias ni diligencias para mejor proveer. Nada de inspecciones del Consejo General del Poder Judicial, con su severo inspector al frente. Hoy no me ven el pelo en el Juzgado ni en pintura, pensó al salir a la calle ajustando con prevención su bufanda sobre el cuello para evitar la gélida bofetada del frío y la intemperie. Ya en el parque invirtió feliz la mañana y vio cómo iba tomando forma su ilusionado empeño. Al fin, miró tímidamente a uno y otro lado orgulloso de su gran muñeco de nieve, antes de escuchar detrás del árbol una voz ronca y grave: -Mi muñeco es más grande, y recuerde que mañana giro inspección a su Juzgado…

 

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