Camino a Uinapú

Leonardo Siré · Montevideo (Uruguay) 

A orillas del camino a Uinapú, podían verse los esqueletos calcinados de viejos autobuses escolares. Galopaba la tarde en sombras, mientras el crepúsculo corría borrando las siluetas de los pinos. Algunos niños jugaban trepados a aquellos cadáveres insepultos, distantes a todo, compartiendo el lugar con las abejas. El pueblo estaba en crisis. Algunos dicen que lo desencadenó el asesinato de Josephine,la camarera, adjudicado a Núremberg,el gourmet alemán. La chica apareció violada y degollada cerca del río.El presunto asesino fue juzgado,y gracias a una brillante apelación, modestia aparte, finalmente puesto en libertad. Como defensor de oficio me tocó defenderlo. Nadie encontró el arma, y no pudieron incriminarlo. Fue hace muchos años, pero Uinapú ya nunca sería el mismo. Mientras camino pienso:?pueblo de fantasmas?. Veo que un niño ha encontrado algo y se lo muestra a los demás. Es una cuchilla oxidada de cocinero. Sigo mi camino.

 

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