Sueños
Marta Trutxuelo GarcíaMe declaro culpable. ¿Mi delito? Tener un sueño y no perseguirlo. Pasé demasiado tiempo encerrado, como una fotografía en un viejo marco. Tardes perdidas sin ti, sin los niños, en silencio, dedicado a pulir esa jaula dorada, mi bufete, entregado a satisfacer demandas de empresas tan grandes como frías, mientras olvidaba regar mis ilusiones y las de quienes realmente importan. ¿Mi mayor pena? No haber dicho antes basta. Pero hoy lo haré. Hoy, en esta plaza, contigo y nuestros dos diablillos, con vuestras manos que bailan entre aplausos y mis palmas volando entre timbales, con otra toga de mil colores, como la del extranjero de tez oscura y voz cálida que me acompaña. Él, profesor y músico. Yo, abogado de la oficina del refugiado. Ambos compartimos un sueño, ambos somos como el pájaro que abandona su jaula para emprender una nueva vida, sin silencios, bajo la ley de nuevos ritmos.
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Hermoso ejercicio de autoconciencia.
Mi voto ¡y suerte!
MUchas gracias, Carolina!!!
Un saludo
Marta
Muchos somos los culpables de «tener un sueño y no perseguirlo» y sufrimos en silencio la condena autoimpuesta.
Que suene la música y no perdamos el ritmo.
¡Feliz año, Marta!
Creo que tú ya lo has perseguido, o al menos la prota de tu relato, no?
Sea ficción o realidad, los perseguiremos hasta atraparlos, sí señora!!
Gracias por pasarte a comentar, Marga!!!
Un abrazo y feliz año también para ti!
Marta
Queridísima Marta dos puntos:
Qué cercanía, qué ternura, qué atmósfera de mañana de domingo de primavera. Cuántas frases hermosas en una cadencia tan precisa como hermosa. Qué más quieres que te diga?… Me encanta tu relato. Y su mensaje. Enhorabuena, mi voto, y muchísimos muxuak.
Mi gran y querido campeón entre los letrados, gran amigo puntos suspensivos…
Gracias, gracias y mil gracias siempre, la generosidad de tus palabras y tu sinceridad en los comentarios me emocionan siempre.
Muito obrigada, Nicolás!
Bihotz bihotzez!!!
Marta
Queridísima Marta:
Me declaro culpable de compartir tus sueños y no me invade ninguna pena cuando te leo, sino todo lo contrario, me encantas.
Se nota la música de tu micro y ese ritmo cadencioso de la que sabe contar las cosas y de una manera preciosa.
Suerte, queridísima, eres grande de verdad.
Abrazo enorrrrrme .
Towi, María, Sergia… a tu nombre siempre acompaña un queridísima, mi querida y gran amiga, la escritora vocacional, si casi has compuesto un relato en mi comentario!!! Bravo!!!
Grandes son siempre tus palabras y comentarios, un acicate que anima y reconforta.
Gracias por regalármelos siempre, el mes que viene te devuelvo el cumplido, te espero, eh? No te quedes en el banquillo con otros que yo me sé…
Towi, te deseo un gran 2022, que se cumplan tus sueños y te envío mucha fuerza para este año que comienza, y salud, salud y salud… y un gran abrazo con todo el amor con el que siempre me correspondes.
Muxuuu!!!
Marta
Me ha gustado, tienes mi voto.
Muchas gracias!!!
Un saludo
Marta
Hermoso
Graciaaas!!!!
Absolutamente literario tu magnífico relato. La dificultad de expresar todo lo que quieres contar con solo 150 palabras, la superas con nota y una envidiable facilidad que ya me gustaría tener.
Felicidades, Marta. Abrazos vacunados.
Guillermo… muchas gracias por tus siempre generosos relatos, los aprecio de verdad!
Un abrazo vacunado también!
Marta
Me encantan tus sueños, Marta. A este paso, a mí se me quedan sin cumplir, al menos hasta los sesenta y tantos. Sacaré de los marcos mis viejas fotos, a ver si me voy animando a cambiar. Total, la jaula no tiene nada de dorada. Un abrazo y suerte.
Ángel, Ángel… tu tienes sueños para dar y regalar y ya los estás cumpliendo… que lo séeeee…
A mí me encantan tus comentarios, ya lo sabes… y los ánimos y los deseos de suerte, también!!!
Se pueden cambiar las fotos de los marcos de vez en cuando… y abrir la puerta de la jaula, no???
Ay, que me pongo filósofa y hay que trabajaaar!!!
Un abrazo, amigo!!
y gracias!
Marta
Hermoso! Va mi voto. Saludos.
Muchas gracias, Juan!!!
Un saludo
Marta
Un compañero y amigo, magistrado, me decía: «estudiando Derecho, podremos dedicarnos luego a lo que nos gusta; estudiando carreras apasionantes, tendremos trabajos tediosos». Quizá, en mi caso, fuera cierto hace tiempo. Ahora yo también me declaro culpable de no perseguir mis sueños.
Gracias, Martutxu, por tan bello toque de atención (para muchos).
Un abrazo.
Sí, amiga Marta… La libertad es un sueño a veces difícil de alcanzar por culpa de la zona de confort. Muy buen micro, mi enhorabuena, mi voto y un besote.