Captadas por las redes
Maria Navedo SaurinaNo le tembló el pulso cuando firmó la orden judicial para la entrada en domicilio. Su fama le había precedido durante su carrera pero nunca sospechó que le daría fin con la instrucción de semejante delito. Su rostro mudó por completo cuando le mostramos lo que había detrás de aquella puerta…¡Él, que creía haberlo visto casi todo! Visualizó lo que eran falsas promesas truncadas sobre camastros. Por un momento se sintió impotente para compensar tanta ruina moral, con un marco legal demasiado estrecho para imponer la pena que se merecían los malhechores. Las chicas liberadas tendrían la edad de sus nietas…podrían haber sido ellas. Todas temblaban asustadas como pájaros cuando les tomaron declaración. Con su última decisión confiaba que les aguardara un futuro mejor. Al fin y al cabo, qué es la esperanza sino «regar flores marchitas».
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Un relato enorme, y con tu permiso me apropio de tu acepción para definir la esperanza. Enhorabuena, mi voto, mucha suerte y un abrazo.
Gracias Nicolás. Influenciada por las atrocidades que vemos en los últimos tiempos quise ser la voz de esos pequeños pájaros engañados y asustados. Ojalá la esperanza se consolide en una realidad más apacible. Un abrazo.
¡Tremendo!
Lo sé. Demasiado para ser verdad.
Muy bueno, María. Enhorabuena.
Mucha suerte.
Poniendo voz a quien se ha quedado mudo. Muchas gracias Manuel.