Imagen de perfilA flor de piel

Jerónimo Hernández de Castro 

¡Qué decepción tan grande! Y en un momento tan delicado en la Audiencia… Dos grupos enfrentados por la exhibición de los símbolos de dignidad judicial y ahora esta tensión innecesaria. Como funcionario más antiguo en la oficina de administración se sentía responsable. Él, siempre tan escrupuloso con las fechas de caducidad de los productos, solo quiso ser creativo con un regalo sorpresa en la cesta de Navidad. Aquellos vales de descuento en el centro de belleza fueron la causa. La mayoría de los miembros del organismo optaron por un corte de pelo o un tratamiento facial pero, ¿quién podía pensar que tantos juristas pintarían puñetas de henna cubriendo sus antebrazos, o que la propia presidenta exhibiría en el cuello un tatuaje con el emblema de la Orden de San Raimundo de Peñafort?.

 

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