La segunda muerte

Rodney Leonardo Rodríguez Hernández · Flor de Maroñas, Montevideo, Uruguay 

Yo no quise verla a mamá en el bufete, pero la vi. Subió, subimos, la escalera en silencio. Ella llevaba el arma de papá y mi foto con la calabaza. Hace días ejerce el recurso del llanto. Desde el nublado día del accidente en el puente. Aquella vez, papá regresó a casa llorando. Mamá sufrió mucho por eso. Lo sé, porque sus ojos también lloraron. Él quiso abrazarla, intentó, pero ella lo apartó. Desde entonces, llora por la mañana y por la tarde; y en las noches, también llora. Procuré hablarle, pero no supo escucharme. Solo acariciaba, besaba mi foto, decía mi nombre. Pero hoy se ha encerrado en su estudio, ha mordido el caño y apretado el gatillo. Luego, ha vuelto a mimarme y sonreírme ¡Qué alegría! Hablaré con papá para que no tenga tristeza. Esta noche, mamá dormirá conmigo; en aquel inocente mármol blanco, donde suelen dejarme flores.

 

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