El viejo juez

Benigno Rodolfo Palero Valdivia · Lima (Perú) 

Apoltronado en la vetusta mecedora de su colonial terraza, el viejo y retirado juez don Gaspar Buendía, observaba esa tarde la fiesta de la vendimia en el Valle de Surco en Lima. Había abundante vino y algún artista del teclado que rememoraba valses de antaño. El anciano magistrado, harto de litigios y papeleos interminables; harto de sopesar las pasiones y dramas humanos, denuncias y pleitos de toda índole, cedía al sueño final conforme la hora vespertina se iba. A la misma hora, diríase, en el arrabal de la ciudad moría el “Tísico”, viejo y famoso delincuente sentenciado a prisión muchas veces por el juez Buendía. Al día siguiente en el obituario del diario El Globo se leía el q.e.p.d. para el magistrado, y en la de policiales: “Tísico” parte a la eternidad con su juez Buendía.

 

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