Alfredo Sepúlveda Sánchez
Microrrelatos publicados
Nunca más
Había perdido el juicio. Estaba convencido. Me había encerrado en mi habitación haciendo de ella un bastión que imaginaba inexpugnable. Me intenté levantar de la cama despacio y lloroso. Llevaba la toga puesta y al encausado conmigo con una cadena. Era mi condena que esperaba fuese temporal, pero era un sobreesfuerzo ímprobo, más parecido al halar de un remolque amarrado a mis tobillos. Hacía calor y no había querido probar bocado. Mi estómago estaba sellado por el dolor y la angustia. Todo me parecía borroso y confuso; me sentía azul, como el periodo triste de Picasso. Respiré hondo en repetidas ocasiones y me introduje en la ducha. Me acerqué el neceser antes de abrir el agua que se agarraba a mi carne como si no existiese gravedad. La sentía como pinchazos de agujas de hierro de un tatuaje imborrable. ¡Otra vez el maldito sueño!
| Agosto 2017
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