Un gran ejemplo
Lidia Ramallo SánchezMi mamá trabaja en el centro, en un lujoso bufete de abogados.
Cada día se levanta antes de que salga el sol. Como nuestra vivienda está a las afueras debe coger dos autobuses urbanos para llegar.
Tiene un despacho muy cómodo, con todo el material preparado para empezar la jornada.
Cuando a papá lo despidieron del trabajo porque ya no tenían más edificios que construir, mi mamá no se lo pensó dos veces y ofreció sus servicios a otros bufetes. Es tan buena en lo que hace que la contrataron sin dudarlo.
Ayer la profe Mercedes nos explicó qué significaba ser una persona resiliente y preguntó si conocíamos a alguien así. «¡Claro!», contesté emocionada. » ¡A mi mamá!».
Por eso cuando ella me dice que le gustaría que yo sea abogada siempre le contesto que sí, pero realmente pienso que no me importaría ser como ella: una valiente limpiadora.
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Parece mentira que aún haya que reivindicar que todas las profesiones sin excepción son dignas, al igual que necesarias. El orgullo de esta hija por su madre lo demuestra, una mujer que, además de hacer una buena labor en su trabajo, sabe también sobreponerse a las adversidades, volverse a inventar una y otra vez. No todo el mundo puede ser abogado, ni ingeniero o astronauta, ni falta que hace.
Un relato entrañable lleno de buenos mensajes.
Un saludo y suerte, Lidia
Un relato con un final sorprendente, qué bueno! Suerte Lidia.
Desde luego que es un ejemplo a seguir, con determinación y mucho esfuerzo. Mi voto y enhorabuena!
El equipo de un bufete no solo lo forman los abogados. Eso está claro. Por eso, cuando un letrado deja el despacho, debe recordar a cuantas personas trabajan allí dentro. Es de justicia.
Mucha, y buena, suerte, Lidia.
Muy bien llevado, en mi opinión. Voto por ello
Me ha gustado la idea y el final. Tienes mi voto.
Me encanta tu relato Lidia, todo visto desde los ojos de la niña, y el giro final es impresionante. Mi voto y un beso fuerte. Mucha suerte!
No hay mejor aprendizaje que el que proporciona el ejemplo. Ojalá hubiera más ejemplos como este.
Suerte, Lidia