Imagen de perfilUn gran ejemplo

Lidia Ramallo Sánchez 

Mi mamá trabaja en el centro, en un lujoso bufete de abogados.
Cada día se levanta antes de que salga el sol. Como nuestra vivienda está a las afueras debe coger dos autobuses urbanos para llegar.
Tiene un despacho muy cómodo, con todo el material preparado para empezar la jornada.
Cuando a papá lo despidieron del trabajo porque ya no tenían más edificios que construir, mi mamá no se lo pensó dos veces y ofreció sus servicios a otros bufetes. Es tan buena en lo que hace que la contrataron sin dudarlo.
Ayer la profe Mercedes nos explicó qué significaba ser una persona resiliente y preguntó si conocíamos a alguien así. «¡Claro!», contesté emocionada. » ¡A mi mamá!».
Por eso cuando ella me dice que le gustaría que yo sea abogada siempre le contesto que sí, pero realmente pienso que no me importaría ser como ella: una valiente limpiadora.

 

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