MONSTRUOS
Francisco Javier García BallesterosEstaba obsesionado y le seguía a todas partes. Era un penalista de blanquecina e inquietante expresión, de mirada desafiante. Un tiburón de juzgado, sin escrúpulos, embutido en un brillante traje negro. Defendía monstruos y conseguía su absolución. Sádicos, psicópatas, neuróticos desequilibrados… Muchos de ellos reconocían, tras la sentencia, que delinquir les había costado un módico precio. Cada vez que aparecía, su fama fagocitaba las esperanzas de los familiares de las víctimas. Destrozaba a la acusación, incapaz de cotejar pruebas o unir piezas de una enrevesada defensa, montada sobre un rompecabezas. Él mismo se erigía, cual torre de Babel, en un locuaz protagonista de un baile argumental dialéctico, laberíntico. Así es como defendió, de forma implacable, al asesino que acabó con mis padres. Hoy, me he presentado en el aniversario del fallecimiento de su mujer. Ha rechazado la llevanza de mi caso, creo que sabe que fui yo quien la mató.
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Escalofriante construcción de personaje, su falta de escrúpulos provoca escalofríos.
Cuenta con mi voto.
Gracias David, este mes parece que está de moda el antihéroe. A tu micro me remito también… Un saludo.
Al igual que monstruos y seres de otros mundos, todos surgidos de los túneles de la imaginación humana, el «algoritmo fantasma» te ha elegido este mes para que tu relato generé desconcierto y psicopatías anómalas entre los que lo lean.
Pero te diré para tu alivio, que tu «monstruo» ha sido votado.
Un abrazo desde el inframundo de los sueños
Eres un «monstruo», Guillermo. Jajaja
Felicidades, Francisco Javier.
Está muy bien.
Gracias Carolina, un saludo.
Excelente, eres el mejor.
Gracias Manuel, prefiero que se diga que estoy entre los mejores de este mes. Un abrazo.
Me trae cierto recuerdo a un penalista, para el que trabajé durante 3 años, el cual hacía todo lo que estaba en su mano para ganar casos imposibles. Usted sabrá bien a quién me refiero.
Mi voto es para vos
Nos dio tiempo a escribir y relatar vida, obra y milagros de semejante tipo. Sus evocadores recuerdos dejaron mella. Desde luego, como personaje daba juego y podría haber dado vida a una serie en Netflix. Gracias, compañero.
Felicidades por el relato, como siempre que te leo ¡está genial!… Suerte
María B.R.
Muchas gracias, María
Me ha gustado mucho tu relato… inquietante hasta el final, que se prevé sorpresivo, y vaya giro!
Enhorabuena, mereces estar en la cima de los votos, sí señor!
Me sumo a la misma!
Suerte!!!
Marta
Un honor recibir un buen comentario tuyo, veterana Marta. Como ya dijo en su día el gran Esteban Torres, me permito votar solo tres micros al mes como máximo y uno de ellos es el tuyo, por todo lo que consigue transmitir en tan poco. Estoy en la cima de los votos, pero eso no quiere decir que gane, hay unas obras llenas de genialidad este mes y una de ellas es la tuya. Un saludo.
¿Me puedes explicar qué coño, lo voy a repetir: coño, ha pasado aquí?
En septiembre, yendo primero en las votaciones durante días, desaparecieron votos de mi casillero, con lo que caí casi al final de la lista de los 10 más votados. Y ahora, la última noche de votaciones abiertas, ¿aparecen 45 votos de la nada?
No es creíble.
Me imagino tu respuesta…, si va a tener palabras malsonantes no lo tendré en cuenta, amigo FJ.
Un abrazo.
Jajaja, eres directo como Camilo José Cela, amigo Guillermo. Hemos olvidado que esto es un concurso y que la gente que compite usa todas las armas y habilidades que tiene a su alcance. Obviaré cualquier comentario malsonante o tabú y tan solo me remitiré a lo que me dije a mí mismo cuando comencé a escribir: escribo porque me gusta, lo demás no importa. Un abrazo!!
Muy bueno