Las cinco palabras
María Antonieta Proietto · BarcelonaHace días que mi “tejido” no avanza. Voy en vaivén adelante y atrás. Definitivamente, corro el “riesgo” de no acabarlo, mientras pienso qué fenomenal momento viviría, si los que tienen el gran don de la justicia dictaran sentencia afirmativa (a mi favor).
Como verán, a cada “paso” que doy, siento más angustia y se hace más “visible” mi miedo de no “preservar” exactos los hilos en este relato.
Por ello, os pregunto —Para qué poner condiciones a la escritura, si nosotros mismos no se las ponemos a nuestros defendidos. Claro está que en este caso… me reservo el derecho de contratar a un colega abogado, para que me represente en esta contienda. Después de todo, cada obra es sólo una tregua para los “combatientes” de esta casa. Será justicia.
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Tu relato me ha gustado, muy bien reflejadas esas sensaciones . Suerte . Mi voto
Muchas gracias, Alejandra. Un placer que te haya gustado. Saludos.
¡Muy bueno!
Muchas gracias por leerlo y votarlo! Saludos.
Tienes mi voto, ¡suerte!
Muchas gracias por tu voto, Eliana. Saludos.
Vaya! Buen final. Lo has rematado excelentemente. Mi voto para ti. Suerte.
Gracias por tu opinión! Mis saludos para ti.
Ma Antonieta, todos nos vemos reflejados en tu micro. Mi voto cuelga del «hilo» 55. Será presagio de 5 estrellas.
Gracias Carmen! Eres muy amable. Un saludo apretado para ti.
¿Saludos apretados? ¿55 votos en dos días? ¿Y solo dos comentarios de participantes? Con una Pilar Alejos tenemos bastante. ¡¡¡POR UN CONCURSO LIMPIO YA!!!
Las especiales circunstancias de este mes, con la candente actualidad del tema de las votaciones del público, han hecho que me fije en este relato, que de la noche a la mañana se ha puesto en el podio con la nada despreciable cifra de 55 votos.
Así que, primero, te doy la bienvenida al grupo, desconocida María Antonieta Proietto, de nombre de pila reconociblemente regio e insgne, y apellido que evoca la creatividad.
Aunque a mi entender la creatividad concluye ahí: el título naufraga y el texto se hunde tras él… todos los concursantes hemos hecho metaliteratura en este espacio, jugando con el propio hecho de escribir en el concurso, que es de lo que trata este relato que está en la cima del podio. El entrecomillado no sé qué sentido tiene, quizás recordar al seleccionador de los cuentos que cumple con las bases del concurso.
«Será justicia» o yo seré justita, pero necesito que alguien me explique el final y de paso, por qué este cuento ha podido ser seleccionado.
Nunca comento un relato que no me gusta… pero… toda regla tiene su excepción.
María Antonieta, sepa vuesa merced que no le voy a enviar mi voto, tampoco lo necesitas, y cuidadito con los plagios… aquí los abrazos y los besos apretados los rubrican otros.
He de decirte algunas cosas. Pero sólo te diré una que sintetiza bastante bien las demás.
Lo que escribiste sobre mi apellido es ignorancia pura. Si fue un intento de escritura de tiempo pasados, primeramente me asesoría para quedar mal parada.
Pongo fin a este asunto. Saludos.
Escribir desde el móvil no es lo mío. Me corrijo …para no quedar…
Te has currado los votos, pero no el texto. Me pregunto si realmente hay necesidad de llegar a esto. Tú misma.
Felicidades
Buenas tardes, yo, como Marta, Eva y Ángel, estoy deslumbrado por tu irrupción en este concurso. 57 votos en tres días, la leche. Conserva a tus amigos, María Antonieta, sin duda valen su voto en oro. El comentario del relato lo dejo para otro día.
Hola, María Antonieta.
Veni, Vidi, Vici…
No voy a comentar el microrrelato, pero sí te voy a decir que no resulta verosímil lo que sucede contigo. Tu marcador es un cohete a la luna sin escalas.
Como dice, Ángel, tú misma.
Perdona que comente en el espacio de Nicolás, pero no podía hacerlo desde otro lugar.
Saludos.
Interesante relato. Debo confesar que no lo entiendo, pero parece que hay 60 personas que si lo entienden, y a los que le gusta.
Algo contradictorio tu comentario. Pero bueno, las personas tenemos nuestras particularidades.