La prisión (im)permanente
Jordi García DalmauComo Chad bien sabe, esto de ser preso no es nada fácil. No todos soportan levantarse en busca de una oportunidad que nunca llega. Seguimos en busca de un nuevo resquicio por el que poder salir del paso, y abandonar este sistema tejido por y para los grandes. Un círculo vicioso (visible para unos, e inexistente para quien no lo sufre) que te exprime, te exige y te deja sin aliento.
Pero todo esto va a cambiar. No tengamos aversión al riesgo. Si actuamos juntos, venceremos y volveremos. Seamos combativos. Tenemos que preservar y defender lo nuestro. Dejemos de ser sus rehenes y luchemos por nuestra libertad.
Y arrancó a aplaudir sonoramente la muchedumbre a la nueva presidenta Kenia. Personas de todas las edades lloraban y se abrazaban visiblemente esperanzadas. Ya no había marcha atrás. El ambiente era inmejorable, y la revolución solo acababa de empezar.