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Leopoldo San Martín Nemesio 
Distinguida compañera:
Ante la imposibilidad material de poder hablar contigo como consecuencia de tus múltiples obligaciones con clientes, Juzgados y demás actividades del Colegio, me veo en la obligación de enviarte este correo para concertar una cita.
Considero imprescindible que tengamos un careo para intentar reparar nuestra maltrecha relación que de forma rápida e inexorable se encamina hacia la nada desde tu nombramiento como miembro del Consejo.
Siendo necesario aclarar nuestras posibles diferencias, espero tu pronta respuesta con el fin de poder organizar mi agenda para los próximos veinte años.
Sin otro particular, recibe un cordial saludo de tu cónyuge.
PD. Adjunto te remito plano guía de nuestra casa así como horario orientativo en el que me podrás encontrar en las distintas dependencias por si es de tu interés.
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Uf, menuda situación planteas en tu micro. Me da pena que el trabajo absorba tanto para que una pareja no tenga ni tiempo de hablar.
Qué bueno, enhorabuena.
Un abrazo y suertísima.
Creo que, por desgracia, es una situación que cada día se da más en esta sociedad en general, y en la abogacía en particular, que no tiene tiempo para casi nada.
Muchas Gracias.
Enhorabuena por tu ocurrente relato sobre la gestión de nuestro tiempo y la confusión entre lo urgente y lo prioritario. El tema no es divertido, pero siempre se agradece que alguien te arranque una sonrisa. Un poco optimista eso de organizar una agenda para veinte años, ¿no?Suerte compañero.
Lo que parece que no han perdido es la buena educación así que, a lo mejor,…
Me gusta, me gusta mucho.
Suerte, Leopoldo.