ÚLTIMO DÍA DE JULIO
DARÍO GUTIÉRREZÚltimo día de Julio. Mañana llegan las vacaciones. Todo resulta urgente, sin descanso, no se admiten esperas. Diversidad de asuntos y trámites: demandas, correos electrónicos, llamadas telefónicas.
Igual cada año, parece que el mundo fuera a terminarse. No hay lugar para las lamentaciones. Responsabilidad, profesionalidad, son los lemas. La rendición y el abandono no son opciones. Fortalecer la seguridad y confianza en uno mismo es fundamental.
Las 19:30h. Vuelvo a mirar el reloj, casi lo he conseguido, cada vez falta menos para que termine la jornada. Sudor frío en la nuca, palpitaciones.
Son quince minutos nada más para llegar a la meta, y de repente, sin aviso y sin esperarlo, suena el teléfono.
Soy yo, al otro lado de la línea se identifica alguien; tengo que comparecer al Juzgado mañana como investigado en un Juicio Rápido y necesito tu ayuda.
Y así es cómo terminan mis vacaciones antes de empezar.
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Lamentablemente, cada vez quedan menos profesionales, gente que realmente se preocupa por su trabajo bien hecho…muy buena forma de reflejarlo, tienes mi voto
Gracias por tu voto y por tus palabras.
Pues así es, uno lo organiza todo para disfrutar un puente, un festivo… O vacaciones y pasa lo que pasa. Muy bien contado y mi voto estival
Muy amable y agradecido.
Es lo malo de los móviles, que siempre están encendidos.
Espero que te queden unos días libres.
saludos, Darío
En esos días estoy. Gracias por tu voto.
Mi voto. Tu historia consigue transmitir un poco de la histeria y el agotamiento que acecha en cualquier oficina, cualquier despacho en la vísperas de las vacaciones. Enhorabuena y suerte.
Precisamente trataba de transmitir esa histeria y urgencia vivida en los despachos los últimos días antes de las vacaciones. Muchas gracias.
El último día de trabajo antes de las vacaciones quizá sea el día más inoportuno para solicitar algo con urgencia…Es quizá el día en que el trabajador está más agotado y deseoso de terminar. Es quizá el peor día del año para aparecer con una urgencia, ya que lleva todo un año ese esperando ese día que es «como agua de mayo».
Es un relato muy bien narrado, Darío, y muy oportuno en estas fechas.
Te envío un voto veraniego.