Antinatura
Carolina Navarro Diestre Otra mañana invisible más. Ambas nos cruzamos en los juzgados. Ella guiña los ojos a modo de saludo. Yo arrugo mis labios color burdeos. Son nuestros códigos para este amor invisible. Para este cariño furtivo. Ella se mete en el despacho, yo comienzo a ayudar a mis clientes. Nos juntamos a la hora de comer como dos buenas amigas. «Luego hay una concentración contra la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social», dice ella. «Me da miedo ir», respondo yo. Estamos a 25 de junio de 1978 y el orgullo gay es una quimera. La homosexualidad todavía acontece un estigma, una desviación, una vergüenza. Sin embargo, ahí estamos a las siete de la tarde. Salimos de la calle O’Donnell agarradas de la mano, avanzando por el derecho fundamental de existir. «¿Crees que esto es normal?», pregunto yo. «¿Una fiscal con una abogada de turno de oficio?», responde ella burlona: «Es antinatura».
+26
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
El amor todo lo puede y no entiende de bandos, ni de fiscales ni abogados del turno de oficio. Mi voto y mucha suerte.
Gracias por tus amables palabras.
Muy vintage y bien narrado. Mi voto es para tu pareja. Si quieren hacer un trío deberían llamar a una jueza.
Muchísimas gracias.
Enhorabuena Carolina! Un micro muy visual, dinámico y bien narrado. Suerte. Un abrazo y un voto.
Suerte a ti también.
Me sumo a las felicitaciones.
Gracias.
Felicidades Carolina. Buen relato ambientado en una época decisiva en nuestra historia reciente.
Mi voto. Suerte.
Gracias por tus palabras.
De nada, Carolina. Un saludo.
Hermosa historia de amor. Los prejuicios sólo habitan en la mirada del otro.
Felicidades.
Así es, José Ignacio. Gracias por tus palabras.
Mi código es darte un voto; así sabrás que me gusta.
Mi código es agradecer tu voto.
Pues ya no un código, como dice Margarita, más bien una obligación es votar tu maravilloso relato tan bien hilado y tan bien cosido.
¡Qué difícil está resultando este mes elegir a los tres que más me gustan!
Esa conversación entre ellas me ha parecido tan real, con tanto afecto y admiración, que así tendría que ser siempre el amor: divertido y a la vez muy, muy serio.
Enhorabuena Carolina.
Gracias por tus palabras llenas de amabilidad.
Un abrazo, Guillermo.
Bonito micro. Y muy ligero. Mi voto y mucha suerte! :)
Muchas gracias, Manuel.