EL DEPREDADOR DEL PUEBLO
Juan Carlos García PomboTenía una colección de cadáveres enterrados en su jardín, cuando entró la policía con orden judicial para buscar pruebas en el interior de su hogar el hombre intentó proteger su presunción de inocencia asegurando que los cadáveres ya estaban antes de que adquiriese aquella casa. Como secretario judicial tenía que asegurarme que la policía actuaba conforme a la ley y no introducía ninguna prueba falsa, una agente de policía chilló en el sótano de aquella casa. Al bajar corriendo observamos que su alegación sobre su presunción de inocencia cualquier fiscal la podía destruir mediante un juicio. En el sótano estaba tumbada una mujer desnuda y encadenada a una cama, en una cuna había un agradable recién nacido. El escenario había superado mi umbral de imaginación cuando descubrimos las fotografías y vídeos de todas las mujeres que había violado.