PALABRA, OBRA Y OMISIÓN
LOURDES ASO TORRALBAMe acuso de ser reincidente. Cada mes cometo el delito de soñar con que el jurado va a emitir un veredicto favorable a mi favor. Apunto las cinco palabras obligatorias y me estrujo el cerebro para acertar con lo que quieren sus Señorías. Estoy en situación más que vulnerable. La calle por todo hogar. El estómago rugiendo en la puerta de la catedral, a la espera de que algún beneficiario me eche algo de propina. No sé qué tipo de orientación darle al “micro” para que no se me acuse de plagio. Sueño con el atraco perfecto y los quinientos euros en el bolsillo. Es obvio que volveré a asistir a otra derrota pero en mi defensa diré que no será por omisión. La obra con ciento cincuenta palabras es mi alegato único en el turno de oficio.
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Muy bien escrito y muy divertido. Enhorabuena, mi voto y un saludo
Hay reincidencias muy positivas, no riman con la palabra constancia por casualidad. Tu protagonista sueña con una cifra monetaria que, más que el dinero en sí, supondría el reconocimiento a su creatividad, de ahí esta original historia con forma y términos jurídicos, un simpático alegato y declaración de intenciones que entendemos perfectamente los que nos adentramos en este mundillo de juntar palabras.
Un abrazo y suerte, Lourdes
Me encanta. Muy bien escrito y sobretodo muy divertido
Genial y divertido relato, Lourdes.
Suerte y te dejo mi voto.
Un saludo.
Esa reincidencia tuya tendrá su fruto. De momento, mi aplauso.
Fantástico relato. Como siempre, Lur.