Imagen de perfilADRENALINA TOGADA

Ángel Montoro Valverde 

El blanco nuclear de la luz me traspasó; al menos es lo que sientes cuando, mientras examinas un gráfico sobre litigiosidad manchega, una nave se posa sobre tu despacho, y te abduce. La panorámica terrestre se esfumó con el eclipse proyectado por la Luna cuando pasé por detrás. Al llegar a aquel planeta me encontré de inmediato ante el Consejo.
-Quién es ud? -preguntó el juez supremo.
-Con la venia –balbuceé.
-¡Devuelvanlo! Pedí una persona, no un abogado.
Fue ese desprecio el detonante de una explosión de adrenalina que me obligó a adoptar la posición de ataque: formulé recurso de reposición, alegué las faltas de competencia territorial, legitimación activa y litisconsorcio pasivo necesario, declamando todo el articulado que la memoria y tres cuartos de hora lunares dieron de sí.
-Se admite el recurso. Se queda. ¿Algo más?
-Si Señoría. Por economía procesal suplico conjuntamente condena y tasación de costas.

 

+58

 

Queremos saber tu opinión

12 comentarios