Second Life
Manuel de la Peña Garrido · MadridArena de Verona. La multitud ovaciona a la soprano, tendida en el escenario. “No se incorporará más”, murmura el prestigioso abogado, aplaudiendo en primera fila. Noches antes dictó su condena. Juez virtual. Su sala de justicia: la pantalla del ordenador. De niño ya construía maquetas donde un muñeco –él mismo- vivía otra realidad. Desde hace años alterna su profesión, la defensa de informes y alegatos, con su papel de magistrado en la Red. Ha hecho coincidir las muertes auténtica y ficticia de su amante. Confundidos el juego telemático, la vida y el libreto. Algo ha fallado: Renata está saludando ceremoniosamente al público. Entonces siente un dolor desgarrador en la espalda. Él sí se está desangrando. “Olvidaste que en Second Life también hay jueces supremos. Revocaron tu sentencia y ordenaron tu propia ejecución”, dice su asesino aprovechando el bullicio para escapar del coliseo.