INTEGRIDAD
DARÍO GUTIÉRREZPodemos hacerlo, es fácil. Una sola llamada, y todo finalizaría. El acuerdo sería factible. Sin embargo, no nos interesa.
Tenemos la capacidad de influir en las decisiones de los Estados. Nombrar Gobiernos títeres a nuestra conveniencia. Manipular a la opinión pública.
Erradicar la pobreza y ocuparnos de la población vulnerable queda descartado.
Lo importante es el incremento de nuestros beneficios, sin importar el empleo de cualquier medio para lograrlo.
Pero surge un pequeño problema. Alguien no está conforme con el orden establecido y nos ha demandado.
¿Qué es lo que tenemos en frente? Un pequeño e insignificante abogado de provincias.
No dejaremos que lo consiga, me decían. No tiene ninguna oportunidad, me repetían.
Llegado el día de la vista nada podía salir mal. Todo está controlado, trataban de convencerme.
Cuando lo vi, sin embargo, supe que habíamos perdido.
En su cara pude apreciar algo que hace mucho que perdimos. Integridad.
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A David, que luego sería rey bíblico, nunca le detuvo tener ante sí a un oponente tan formidable como el gigante Goliath. Hubiera sido mucho más sencillo para él ver y callar, mirar para otro lado. Hallará el camino de oposición a la injusticia y en beneficio de quienes más lo necesitan lleno de serios obstáculos. Puede acabar encarcelado y hasta torturado, como tantos periodistas y opositores de países con dudosa democracia, o algo peor incluso, envenenado quizá. Pero esa integridad de un solo individuo hace temblar a quienes tan poderosos se sentían, por algo será.
Un saludo y suerte, Darío
Muchas gracias por tus palabras. Encantado de que te guste mi relato, y de que lo expreses con tan bonita reflexión.
Cuando me registré en la página de microrrelatos de la abogacía, aconsejado por mi pareja, no tenía ninguna pretensión clara. Solo buscaba pasarlo bien escribiendo; algo que no hacía desde hace tiempo. Ahora, algunos relatos después, el hecho de escribir unas pocas líneas me sirve para poner negro sobre blanco algunas de mis inquietudes o preocupaciones, además de seguir divirtiéndome, claro.
Un saludo y gracias.
Buen relato Darío. Lamentablemente, hoy en día y en muchas ocasiones siguen ganando «los otros». Mi voto
Yo diría que casi siempre ganan los otros. Aunque por ello no haya que rendirse y expresar nuestra opinión. Gracias por tu voto.
Un saludo.
Integridad frente a arrogancia. Ojalá sucediese siempre como en tu relato. Enhorabuena, mi voto y un saludo
Agradecido por tus palabras.
El hecho de que no suceda siempre como en el relato no debe hacernos cambiar nuestra forma de ser y entender las cosas. Es lo que nos queda frente a los poderosos.
Muchas gracias por el voto.
Un saludo.
Por muy insignificante que pareciera el protagonista de tu relato, solo con ver su determinación, borró de un plumazo las expectativas de los poderosos.
Enhorabuena y cuenta con mi voto Darío. Un saludo.
Muchas gracias por tu voto. Un saludo.