IGUALES ANTE LA LEY
SONIA MARTIN PEREZ · MADRIDMañana estaré muerto. En Madrid, con una población de seis millones de personas nadie reparará en ello. Crecí en un colectivo vulnerable, eufemismo para evitar decir que mi madre era drogadicta y vivíamos en un gueto de esos que los políticos prometen erradicar. He trabajado duro para tener un empleo que me permitiera cambiar las cartas que me habían tocado al nacer. Ahora mi letrado acaba de comunicarme que me esperan veinte años de cárcel acusado de un crimen que no he cometido. Mi raza, origen y condición me señalaban desde el principio. Notaba vuestras miradas diciéndome que no tenía la menor oportunidad. Siento que abogados y jueces bailan una danza macabra en un barco que hace aguas. Los últimos meses han sido un infierno de pasillos, fluorescentes parpadeantes y miradas esquivas que me condenaban sin mirarme. No me quito la vida. Me la habéis robado vosotros.