TERAPIA
Eva María Braojos Moya · SEVILLAAquello parecía más una comunicación de desistimiento del contrato del móvil,que una propuesta de divorcio.En el bufete, mi abogado me mira a los ojos, sonríe y me pregunta : _¿Cómo está hoy la mar? ¿Picada, marejadilla o bajamar? Propósito conseguido: el cóctel de mi nombre de pila, combinado con mi profesión de meteoróloga y mi estado de ánimo me hace sonreír. _¿Hoy? Mar muerta,le espeté mostrándole el escrito recibido. _Tranquila, Mar,no puede esgrimir esta estrategia, sabiendo el trajín que tienes con el trabajo y los niños. La ley te ampara.Lo vamos a conseguir. Su empatía,explicándome mis derechos, la necesidad de animarme y aceptar la nueva situación, me reconforta. Al salir, miro hacia atrás de forma brusca, buscando la placa colgada en la pared, para comprobar,aliviada, que si, que era el bufete de mi abogado y no la consulta de mi psicólogo.