Se acabó
Sonsoles Ávalos · MadridEsto no es para mí, que no, que yo nunca quise ser abogado, que lo mío son las plantas: amigables, quietas, silenciosas… Y que estoy cansado, agotado de este vaivén de oprobios y rencillas, de este baile de medusas que te atrapa sin piedad entre sus brazos urticantes. Lo escribo en mi cuaderno de citas con letras grandes y alargadas: “Se acabó”. No más prórrogas, no más «mañana será mejor». Está decidido, se lo comunicaré al comité ahora mismo en la reunión. La puerta de la sala se abre y oigo sus voces pétreas y pudientes llamarme desde el interior. “Lo hemos estado considerando y creemos que ha llegado el momento de hacerle socio de la firma”. Arranco la hoja de mi agenda, malditos tentáculos…