Rebelión en la huerta
Pedro José Prieto Alvarez · Noreña (Asturias)A instancia de mis defendidas, Señoría, pido en su nombre disculpas si alguna falta o perjuicio causaron al ocupar algunas calles del pueblo. Solo reclamaban justicia, ya que de justicia es reconocer la marginación que las Artes les otorgan. El acuarelista atrapa el tiempo en algún lugar solitario, siente nostalgia de la campiña, y pinta campos de arroz, maíz o centeno bajo un cielo intensamente azul. El novelista sueña con una joven de piel trigueña, o recuerda su niñez y el olor a avena de la brisa al atardecer. ¿Y por qué no pintar campos de remolacha brillando al sol? ¿Por qué no recordar el olor de la cebolla o la suave piel del calabacín? Se margina a mis defendidas, Señoría, y por ello merecen la libre absolución. Un grupo de hortalizas aplaudió con entusiasmo el brillante alegato del señor Espárrago. Mientras, algunos cereales, malhumorados, abandonaron la sala.