OJALÁ

Jesús Urbano Sojo · Silla - Valencia 

Cerró los ojos y soñó que acababa la carrera de derecho y se convertía en un gran abogado. Que sería capaz de esgrimir convincentes argumentos, que nunca habría desistimiento, pues ganaría todos los juicios, que conocería las leyes al dedillo y cautivaría a jueces y jurados con su labia. Soñó que para aliviarse del trajín del bufete se compraría un apartamento frente al mar y allí descansaría en sus vacaciones. Se retiraría pronto, con grandes éxitos y dedicaría sus últimos años a ser profesor de Derecho Civil. Sin embargo, al despertar, no sabía si era un joven estudiante que soñaba con su futura vida o un viejo profesor que añoraba su vida pasada.

 

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