La primera vez nunca se olvida
José Montesinos García · Murcia«El Sr. Letrado de la Defensa tiene la palabra…»» Como un enorme martillo que me aplasta escucho esa voz que se aleja lentamente, a oleadas, retumbando en mi cerebro, por un túnel sin fin. Sé que tengo que hablar, pero un sudor frío me atenaza como mortaja opresora. Mi boca es un desierto infructuoso y mi garganta se ha secado hasta el dolor. Mis ojos buscan un apoyo, pero sólo encuentran un inmenso mar de ojos que se clavan en los míos. No sé por qué se ha detenido el confortador trajín de la Sala ni por qué quiere escaparse del pecho mi corazón. De que tenía argumentos para esgrimir, estoy seguro, pero ¿qué argumentos? Estoy solo y sólo encuentro una salida… mi propio desistimiento.