El ultimo derecho
ROSA DIAZ MARTINEZ · Gijón (Asturias)En el salón de actos de aquel geriátrico de la costa, no faltaba nadie. Los que se valían por sí mismos , los que iban en silla de ruedas, los que habían perdido la memoria.No fué necesario referendum ni convocar ninguna manifestación.Todos se lo agradecerían de manera simbólica , mediante la entrega de un galardón con forma de estrella.Aquel anciano demente, que continuamente amenazaba a la dirección con ejercitar ante los tribunales una supuesta acción «de recuperación de dignidad» si no se mejoraba el trato y cuidado a los residentes, había conseguido una sentencia firme que condenaba a su restitución. Para él, sólo fué un asunto más del turno de Oficio, para el resto, el reconocimiento del último y más importante de sus derechos.