CUESTIÓN PREJUDICIAL
JOSE MIGUEL RUBIO POLO · MURCIATras bajar del coche y antes del entrar a la justicia, el Letrado de guardia sondea a los potenciales clientes, mientras apura un cigarrillo políticamente incorrecto a las puertas del Juzgado de Instancia, sito en las afueras del pueblo, junto a las plantaciones de remolacha. Trastornado por la visión, el Abogado se afloja el nudo de la corbata pues, con la disculpa del viento, a una linda morita se le alza con fiereza el velo, el cual cubría pudorosamente su cabeza de posibles y lascivas miradas masculinas, poniendo involuntariamente al descubierto la singular belleza de su larga cabellera flotando al albur del aire, a la par que todo el hermoso conjunto de su rostro. Mientras la azorada joven procura sin suerte recuperar del vuelo la prenda, para recomponer la falta contra su virtuosa apariencia, hace un cuadro de extravagante hermosura esta venus africana, casi erótica por su inocencia juvenil.