A TRAVÉS DEL RECUERDO

Guillermo Sancho Hernández · Piles (Valencia) 

Siempre fue un abogado ejemplar. El que anteponía la satisfacción del cliente a la mera persecución del lucro. El que prefería acordar un plan de pago con un deudor apurado a trabar sin más un contraproducente embargo. El que por su profesionalidad y honradez se convirtió en el asesor jurídico más prestigioso y respetado de la ciudad. El espejo en el que los abogados más jóvenes nos mirábamos. Hoy, como casi todos los días, paso la tarde con él. Como siempre, menos tiempo del que me gustaría. Cuando le observo, recuerdo con frecuencia aquella vieja foto que todavía preside su despacho. En la imagen, tremendamente joven y radiante de felicidad, está abrazado a su bebé recién nacido. Atardece. Ahora soy yo el que se abraza a él, para despedirme. Y cuando me mira, en silencio, esbozando una sonrisa de bondad infinita, quiero pensar que todavía recuerda que soy aquel hijo.

 

 

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