¡A la calle!

Francisco Pi Martinez · Santander - Cantabria 

Soy ecléctico por naturaleza. Siempre preferí el arbitraje que los tribunales, conciliar que litigar; el término medio, aunque no la mediocridad. Me especialicé en el código civil y me dediqué a gestionar demandas, nunca denuncias. Cuando lo encontré en aquel tribunal de menores, era la viva imagen del desamparo: huraño y brusco, pero de ojos inteligentes. Creí haber encontrado una aguja en un pajar y al punto solicité la tutela. No me fue difícil. Le di estudios y pronto se licenció. Lo recibí en el bufete como lo que era: como a un hijo. Pero hoy he tomado la primera decisión drástica de mi vida. Acabo de despedirlo. No le puedo tolerar que venga a burlarse de que mi equipo de fútbol haya perdido. Eso no se lo consiento a nadie. Me da igual si me demanda en Magistratura de Trabajo. ¡Para eso no hay perdón!

 

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