NUEVOS TIEMPOS, NUEVOS RITOS

Eva María Cardona Guasch · Ibiza 

Me casé hace un mes, por lo civil. Ataviado para la ocasión, subí al coche. El gps, esa brújula moderna, me guió hasta mi destino. Entré y esperé en el mostrador. Poco después llegó ella, preciosa, radiante y hecha un carámbano porque, en pleno invierno, es una temeridad lucir un vestido sin mangas y con escote de vértigo. Avanzamos por el pasillo acompañados de nuestros padres que, aunque nada dijeron, hubieran preferido otro tipo de boda para sus vástagos. Formábamos una comitiva tan excesiva como el velo de la novia. Entramos en el despacho, elegante y funcional. El acto transcurrió rápidamente, con aire sobrio y exquisitamente jurídico: comprobar identidades, leer artículos del Código Civil, advertencias legales y firma del acta. Sin música ni arroz.. El trato fue cordial y el precio, razonable. Si algún día nos divorciamos de mutuo acuerdo, también quiero firmar el convenio en esta notaría.

 

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