Imagen de perfilTreinta años

Julio Montesinos Barrios 

Tras el cuarto toque de timbre, chirrían cerrojos nostálgicos de primavera. La puerta se abre por fin y aquí está ella. Firme, enjuta, señorial… Anciana y orgullosa cariátide sin ya nada importante que sostener. Todos sus bienes malgastados en donaciones a descendientes ineptos y desagradecidos. El manido cuento de siempre. Demanda por reclamación de alimentos al canto. Si el ejercicio de mi formación jurídica me llena el bolsillo, las horas libres en abogacía pro bono público me llenan el alma. Como ayudar al colectivo de mayores vulnerables.

Su desgarradora confesión telefónica no prestó atención a mi voz. Tras contemplar el rebosante carrito del supermercado, sus ojos se posan en los míos. Sorprendida, tarda unos segundos en razonar. Su acerada mirada de siempre torna por primera vez en una expresión de agradecimiento y respeto. Treinta años han sido necesarios para que mi exsuegra me mire así. Pero ha merecido la pena.

 

+3

 

Queremos saber tu opinión

2 comentarios