Poderoso caballero es Don Dinero
Jose Maria Bento San Roman · MADRIDAmanece y todo parece una pesadilla. Condenado a una infame pena de banquillo. Victima del escarnio diario en las portadas de periódicos iracundos. Mis colaboradores están encarcelados y cada día aparecen nuevas pruebas. En la puerta del hotel un mendigo ahíto de tinto con gaseosa me reconoce y tambaleante escupe su desprecio con gritos incoherentes: «mucha corbata y maletín, pero en el fondo sois todos unos mierdas?» Mi abogado me recibe en el tribunal y con semblante serio me anuncia que aun podemos llegar a un pacto con el fiscal para rebajar la pena. En ese momento recibo un mensaje de texto en mi móvil. El saldo de mi cuenta suiza ha aumentado de forma exorbitante. Al parecer el constructor no ha fallado y ha pagado puntualmente. Aliviado, llamo al presidente del Partido y le digo: o hablas con el juez para que archive o tiro de la manta…