¡Malditos burócratas!

Mercedes Gómez Ballesteros · Collado Villalba (Madrid) 

Anochecía en rojo a mi espalda. Puño en alto, cual Escarlata Oí¯Hara de un mundo en crisis, hice un juramento: Nunca más volvería a meterme en pleitos.¡Ganamos! dijo mi abogado batiendo palmas ¡Esto no quedará así! Dijo el letrado contrario dando un portazo. Ese fue el principio de mi tormento. El expediente, con su número prendido en la solapa, partió hacia un largo viaje: de un juzgado a otro hasta llegar al Supremo, donde, tras un simpático bucle, quedó ratificado, sellado, y listo para volver por donde vino, sin olvidar una sola etapa. Tres años después ya era amiga de Socorro, la funcionaria del juzgado, que compadecida me llamó para notificarme la buena nueva, hallándome con una resaca colosal, perdida la esperanza y casi ciega por el resplandor de los números rojos de mi cuenta bancaria. Al fin descubrí el significado de la maldición: juicios tengas, y los ganes.

 

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