¡TICA PROFESIONAL
Pablo Herrero Ponce · Santa Cruz de TenerifeTardé varios años en ser abogado de una importante contrata. Les aclaré que no podían construir tan cerca del mar, pero construyeron el hotel igualmente.No importa que no sea culpa mía, si lo derriban mi puesto se evaporará como las burbujas de una gaseosa destapada. Recibo un severo castigo de mi compañera, que ultima su alegato desde el banquillo contrario. Rechazó cualquier pacto, sabía que lo tenía ganado. El juez condena a mi cliente y, sin saberlo, me sentencia a mí también. Mi jefe me susurra: «Les dije que eras demasiado joven…» Ya no tengo trabajo, o sea que le respondo: «Les dije que era demasiado ilegal». Sonríe y se va. Mi compañera me consuela mientras se quita la toga: «No tienes que volver al turno de oficio, cariño, saldremos adelante con lo mío… Encontrarás algo mejor, créeme… Les diremos a los niños que hemos empatado, ¡¨de acuerdo?»