Un cliente de primera
Manuel Valderrama Conde¿Sabes qué hora es? Ya. ¿Un accidente…? ¿Retenido? Ah, bueno, que has vuelto a dar positivo en un control de alcoholemia. ¿Y qué cifra? Tranquilo, que no es delito. Lo peor será la suspensión… Sí, seguro que los amortiguadores electrónicos del Ferrari van de fábula, a pesar de haberte comido un bordillo: me refería al carnet. ¿Cuántos puntos te quedan? Caray. Si es sólo eso, no necesitas asistencia letrada, aunque tampoco puedes conducir. ¿Quieres que me acerque? Claro, te acompaña una ‘ragazza bellissima’. ¿La joven no ha bebido? Bien. ¿Previsión meteorológica? ¿Para qué la…? Otra chorrada como que no consigues desplegar la capota y te pondrás en evidencia. ¿Pero qué te has metido para estar tan…? ¡No me lo cuentes, hombre! Y descuida, que no puede llover. ¿Un indulto dices? No procede. Recurriremos la sanción, pero ve buscando un coche con conductor que te lleve a los entrenamientos. Ciao, bambino.