La ceremonia

Emilio López Mena · Oviedo 

Con el boleto premiado en una mano y el cirio en la otra, comencé la ceremonia. Perfumé con incienso su foto entre las flores del altar y me arrodillé agradecido, ¡al fin!, tantos años soñando con ganar la lotería, montar mi negocio y viajar por el mundo. Cuantas veces imaginé mi vida de millonario, escribir mi autobiografía donde contaría al detalle cómo pasé de abogado de oficio a dueño de los mejores bufetes del país, y ahora todo era posible. Un año antes hubiera saltado de alegría, hubiéramos bailado y después de emborracharnos y hacer el amor, habríamos estado hasta el amanecer haciendo planes de futuro, pero ahora, después de treinta años juntos, sólo quedaba su memoria y el deseo de irme con ella. Acerqué la llama al billete, luego esparcí lentamente las cenizas y recogí mi portafolio, mi turno comenzaba a las once.

 

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