EL REGALO
CARMEN ANDREY MARTINDía festivo. Doce de la noche. Sigo en el despacho, pegado al ordenador. Froto mis ojos enrojecidos de cansancio mientras dejo unos libros en la biblioteca. La discusión con mi mujer es demasiado reciente y me resisto a ir a casa; reviso distraído mi agenda de la semana: vencimientos, vista de medidas y reuniones. Tengo confianza en llegar a todo si trabajo sábado y domingo, de ahí la discusión. Enciendo la tele. Hablan de ese chico joven que, tras años luchando contra una enfermedad, ha fallecido. Viral en redes sociales, titulares en medios de comunicación: «Siempre fuerte. Su campaña de donación no quedará en el olvido». Una frase que resuena en mis oídos: «la vida es un regalo, un privilegio». Esbozo mi primera sonrisa del día y rescato del cajón el collar para mi mujer que tenía reservado para nuestro aniversario. Hoy. Buen momento para celebrar. Apago la tele. DEP.