Olvido
Ramón Clivillé · Barberá del Vallés (Barcelona)Hacía tiempo que lo intentaba, pero nunca conseguía terminar el relato. Aquel era su principal reto desde que dejó la abogacía. Los médicos le habían impuesto el retiro forzoso tras el avance progresivo y maldito del Alzheimer. Cada mes se sentaba frente a su ordenador e intentaba buscar la mejor relación entre las cinco palabras seleccionadas por el jurado. Sabía que en algún perdido lugar de su mente encontraría la combinación perfecta para dar sentido a su historia. En esta ocasión se trataba de los términos, perito, letra, fiscal, verdura y beso. Susurraba cada uno de ellos, intentaba hallar el engranaje perfecto, la solución mágica del enigma…Y en este proceso, escudriñaba, inquiría, rastreaba…a solas, a oscuras, a ciegas, con sus sombras y olvidos. Y también ahora, como en meses anteriores, me he acercado a él, para decirle, “se ha hecho tarde, padre, mañana será otro día”.