Lección magistral

Miren Josune Parola Sáez · Bilbao 

Fue un caso sonado desde el principio. Un emigrante con una sentencia condenatoria por evasión de impuestos. Tuve que pedir ayuda a mi profesor de Civil, un viejo abogado varado en la docencia. Con más verg¡enza que miedo, le conté el problema. Hizo unas cuantas gestiones, pero luego recomendó acatar el dictamen. Al entrar en la comisaría, padre estaba sentado debajo de un cartel con fichas policiales. Me senté a su lado. Ni se molestó en mirarme. Parecía orgulloso y desaseado. Como si fuera un ejemplo de la explotación humana. En ningún momento esbozó un atisbo de arrepentimiento. Todo intento de contacto táctil por mi parte, fue despreciado. El hijo de puta había hundido nuestro pequeño universo y no le importaba lo más mínimo. Me dejó solo en la sala de prevención rumiando mi dolor, mientras él, altanero e ignorante, miraba con aspecto hosco tras las rejas de su celda.

 

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