El crucigrama

Gonzalo Cerrillo · Madrid 

Hoy he ido a pagar la última multa que me han puesto por aparcar en la zona verde. He cogido el metro y en el trayecto me he entretenido leyendo el periódico gratuito que alguien dejó sobre la papelera. El crucigrama estaba a medio hacer y además mal cumplimentado. No era sorbo, sino morbo, la quinta columna. Aunque cuadraba, era como una malversación etimológica. ¿A quien se le habría ocurrido confundir ambas palabras? Un ruido me ha distraído. A una joven estudiante se la ha caído al suelo un libro sobre la jurisdicción contencioso-administrativa que llevaba dentro de una carpeta decorada con un variado espectro de colores. Finalmente he llegado a mi estación. Cuando llegue a casa acabaré el crucigrama.

 

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