Catorce semanas

Alejandro Conde Arias-Salgado · Valladolid 

La ginecóloga ha tirado a la papelera el panfleto que alguien dejó en la sala de espera. En él, junto al lema “No con mis impuestos,” aparece la imagen de un feto humano muerto. Ahora vuelve la mirada a la historia clínica que tiene ante sí y al dictamen del abogado: el plazo legal está a punto de terminar y el caso demanda una resolución urgente. Según la ecografía, el embarazo transcurre con normalidad. Revisa una vez más las circunstancias y trata de analizar con objetividad las consecuencias que entraña la inesperada llegada de un hijo a la vida de un adulto. Las ideas se amontonan y confunden en la cabeza de la doctora. Cuando el silencio se le hace insoportable, se levanta y pasea por la desierta consulta, acariciando con suavidad su vientre hinchado.

 

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