José Ignacio Señán Cano

Microrrelatos publicados

  • TODA LA VIDA JUEZ

    Se preocupaba por recabar toda la información sobre los platos que les servían en las comidas. Preguntaba en las cocinas por el calendario de suministros, por la solvencia de tal o cual proveedor, e incluso por si algún fenómeno extraño pudiera haber alterado la calidad de los productos. A menudo, también se interesaba por la limpieza, por los horarios y por si los empleados tenían sus contratos en regla con la Seguridad Social.
    Toda la vida trabajando como juez le permitía ver el asilo como una gran causa que se iba instruyendo día a día.
    Aquella mañana sin embargo, el magistrado se quedo pensativo por unos breves instantes. Con una sonrisa desvaída en el rostro, decidió que el último tramo de su vida se haría fiscal. No podía permitir que la auxiliar del turno de tarde le dejara de los últimos a la hora del cambio de pañal.

    | Enero 2015
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