Delirio

Paz Alarcón Frasquet · Alicante 

Un día más verdura en el bol. No te quejes, te quedarías sin comer, te chaparían en la celda. La letra bien aprendida. Cualquier gesto de disgusto es interpretado como conato de motín. Durante el recuento punteas las caras de los compañeros de martirio, dolor en sus prematuras arrugas, miradas derrotadas, amargura en el rictus de sus bocas, labios que hace mucho olvidaron el sabor del último beso. Tres horas por delante de patio baldío. Dudas, alertas, recuerdos difusos y rencor a tu alrededor horadan tu corazón. La cara de la perito que te diagnosticó una enfermedad mental impronunciable, cara de ángel descarriado, preside tus pesadillas durante la vigilia. La sopa te acompaña al chabolo. Te acoge para enmarcar tus sueños en rejas que ensombrecen los ojos del fiscal cuando justificó su petición de duración legal máxima del internamiento psiquiátrico en tu necesidad de curación. Quizá mañana estés mejor.

 

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