El jurista y la leguleya

Maria del Mar Suarez Sanabria · Noain, Navarra 

La Boda se celebró a las diecisiete horas. El abogado miró con orgullo a su joven esposa cuando descendió del Rolls Royce Phantom. Pensó que nadie le comprendía como ella, obviaba todas sus palabrotas, cuando aparecía a las tantas tras terminar la guardia, hastiado de detenciones policiales, imputados que nunca eran culpables e inocentes que parecían sospechosos. Ella sonreía y callaba, sabía que para él, aquel circo era toda su vida. De hecho en la pedida de mano, ella le sorprendió obsequiándole con un birrete con borla en su parte superior. Todo hubiera sido perfecto, de no ser porque al cabo de los años la pillaron, presuntamente, en actitud comprometida con un tarzán de temporada en las playas de Ibiza. El marido al ver las fotos se atragantó con el hueso de la aceituna del martini que estaba tomando y falleció en el acto. El forense dictaminó: muerte natural.

 

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