Acto de graduación.
Alejandra Rusell GiráldezEl decano de la facultad se aclaró la garganta antes de comenzar con uno de los temas más escabrosos.
Hablar del planeta vecino Divoc ,siendo imparcial ,no era tarea fácil. Un crecimiento descontrolado de la población había provocado la escasez de recursos en aquel planeta y el hambre llamaba a las puertas de todos sus habitantes. Ni siquiera eran suficientes los suministros enviados desde otros planetas . Los gobernadores tomaron medidas que muchos tacharon de ilegales y amorales. Para proteger la vida, no «tuvieron» más remedio que hacer una criba, se excusaron. Sólo los más jóvenes y fuertes sobrevivieron.
Gracias a la lucha férrea de los pocos abogados que quedaron , lograron condenar dichos crímenes contra la humanidad.
Ahí entramos en juego nosotros, continúa el decano dirigiéndose a los allí presentes con ojos vidriosos y voz quebrada por la emoción. Siempre lucharemos por defender los derechos.
Suerte a todos.
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La necesidad obliga a veces, en situaciones extremas, a tomar medidas drásticas, realmente inhumanas. Tu historia se enmarca en un futuro en el que la Humanidad se hubiese expandido a través del espacio. Es un buen ejercicio de imaginación, aunque, por desgracia, vivimos (y aún lo hacemos) hace casi un año situaciones cercanas no muy diferentes con la pandemia y la decisión de elegir, en función de la escasez de medios, quién podría salvarse y a quién desahuciar. Tener que planificar en esas condiciones ha de ser muy difícil, pero nadie es menos que nadie y según la ley todos somos iguales, de ahí el oportuno discurso de graduación a esos futuros abogados del futuro (valga la redundancia), que hace bueno un lema que también se dijo en lo peor de la pandemia: «No dejar a nadie atrás».
Un saludo y suerte, Alejandra
Buenas noches Ángel, muchas gracias por leer y comentar mi relato.
Saludos
Hola, Alejandra.
Ese final debería ser el principio de cualquier sociedad.
Un micro con moraleja, me encanta.
Lo apoyo y te mando un abrazo.
Muchísimas gracias por tu comentario.
Un abrazo
Toda una declaración de principios tu relato, Alejandra.
Mucha suerte y mi voto para ti.
Besos apretados.
Hola Pilar, gracias por leerme y comentarme.
Un abrazo.